Radiografía del suicidio en Medellín

En los primeros días de febrero de este año hubo un hecho que llamó la atención de las autoridades y la ciudadanía en Medellín: siete jóvenes se suicidaron en menos de 48 horas. Solo entre enero y marzo de 2020 se presentaron 46 casos de suicidios en la ciudad, según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal. 

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Aunque esta situación prendió las alarmas de las autoridades, este fenómeno viene en aumento desde hace varios años, cada vez ocurre con mayor frecuencia y uno de los grupos poblaciones más afectados son los jóvenes.

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La Secretaría de Salud Municipal informó que en 2014 la tasa de casos de suicidio en Medellín fue de 4,7 por cada 100.000 habitantes. Para el año pasado esta misma medida fue de 6,7. Sin embargo, a la fecha no hay una cifra consolidada de casos de suicidios en la ciudad para 2019. Mientras que Medicina Legal reportó 188 casos, el Dane informó 175 y la Secretaría de Salud 170. Teniendo en cuenta la información de esta última entidad, 136 casos fueron en hombres y 34 en mujeres.

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En cuanto a intentos de suicidio, en 2019 se presentaron 2.477, es decir, 97,2 casos por cada 100.000 habitantes, según información preliminar de la Secretaria de Salud. Esto significó un incremento del 9,1 % en comparación con el año anterior. Los datos muestran que la relación entre intentos de suicidio es mayor en mujeres (66 %) que en hombres (34 %), a diferencia del caso consumado. La mayoría de los casos se presenta en los jóvenes, siendo estos el 40 % del total.

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A pesar de la tendencia en aumento durante los últimos cinco años, la organización Medellín Cómo Vamos destacó las acciones emprendidas por la Secretaría de Salud del periodo anterior para gestionar la salud mental.

Entre las estrategias implementadas se encuentran: la ruta de promoción y mantenimiento de la salud en el marco del Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), los centros de escucha en salud mental, cultura del cuidado en el entorno educativo, la vigilancia epidemiológica, entre otros. Medellín Cómo Vamos resalta este último “ya que realizó acompañamiento y seguimiento a más de 1.200 casos de intento de suicidio, evitando su materialización”.

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Pero los programas parecen no ser suficientes de cara a las cifras. En un reciente debate sobre el suicidio en el Concejo de Medellín, citado por el concejal John Jaime Moncada, diferentes ciudadanos expresaron la necesidad de mejorar las redes de atención de casos de suicidio, sobre todo en el acompañamiento familiar, pues si bien resaltan la importancia de los programas de prevención, argumentan que es fundamental atender los casos oportunamente. Asimismo, los corporados recalcaron la necesidad de debatir abiertamente este tema para que se le pueda dar un abordaje oportuno desde el gobierno local.

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La nueva administración, en cabeza del alcalde Daniel Quintero, radicó ante el Concejo el proyecto de acuerdo N°8 de 2020 “por medio del cual se institucionaliza la Política Pública de Salud Mental y Adicciones del municipio de Medellín”. Se espera que a través de esta política pública se aborde la salud mental de forma integral y articulada entre las diferentes secretarías de la Alcaldía.

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Depresión, sucesos vitales estresantes, antecedentes familiares de suicidio, consumo de sustancias psicoactivas, diagnóstico de trastornos psiquiátricos, intentos suicidas previos y falta de apoyo social son algunos de los factores de riesgos que las autoridades han identificado en los jóvenes de la ciudad y sobre los cuales se articulan los programas de prevención y atención de la problemática.

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Los expertos han indicado múltiples falencias para prevenir el suicidio, no solo en cuanto a los programas implementados por el gobierno local, sino también por la forma de organización de la sociedad contemporánea. Redes laxas, la falta de referentes, la presión social, entre otras, son factores del contexto que pueden empujar a al suicidio. Además, señalan que hace falta analizar este tema sin tabúes para que pueda ser abordado de la mejor manera por todos los actores sociales.

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Esta situación no es solo un problema local. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el año anterior que cerca 800.000 personas mueren cada a año a causa del suicido. Estimaciones de la entidad indican que cada 40 segundos ocurre una muerte a causa de este fenómeno. Además, es la segunda causa de defunción entre las personas de 15 a 29 año a nivel mundial.

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El llamado a toda la ciudad es claro: hay que hablar de suicidio. No como hecho, sino como un fenómeno que está afectando la calidad de vida de los habitantes de Medellín, en especial de los jóvenes. Por esto en este trabajo se abordará el tema desde diferentes puntos de vista y análisis para entender qué es lo que está pasando.

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