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¿Qué se está haciendo en la ciudad?

Las instituciones oficiales son las que más peso tienen en la resolución de las problemáticas de la ciudad, y el suicidio y la salud mental cada vez están siendo tomados más en cuenta

Mayo 8 de 2020 

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Ante el Concejo de Medellín los secretarios de despacho rindieron cuentas sobre el trabajo realizado para la prevención y mitigación del suicidio en la ciudad. Foto Concejo de Medellín. 

 Desde la Alcaldía de Medellín se entiende la conducta suicida como un fenómeno multifactorial. Esto quiere decir que requiere de respuestas intersectoriales para disminuir los factores de riesgos y mejorar la capacidad de atención a la población.  

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En total, son cuatro las secretarías que trabajan conjuntamente el suicidio en la ciudad: Salud, Juventud, Educación e Inclusión Social. El objetivo es que las estrategias se hagan de forma mancomunada y que los programas no se crucen entre sí, para poder atender de forma efectiva e integral a la población en general de la ciudad.  

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En febrero de este año, la administración del alcalde Daniel Quintero presentó ante el Concejo municipal la Política Pública de Salud Mental y Adicciones del Municipio de Medellín. Aunque esta “busca promover el derecho a la salud mental a través de un abordaje integral e integrado”, en el proyecto de acuerdo no hay ningún objetivo, eje ni línea de intervención dirigida exclusivamente al intento y la conducta suicida.  

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A pesar de esto, en la Política Pública se reconoce el suicidio como una problemática de salud mental que ha estado afectando a la ciudad y que viene en crecimiento. Incluso, una de sus líneas de intervención “aborda la prevención, atención integral e inclusión social de las personas que presentan estados temporales o permanente identificables por el individuo y/o por otras personas en los que las emociones, pensamientos, percepciones o comportamientos afectan o ponen en riesgo el estado de bienestar o la relación consigo mismo, con la comunidad y el entorno”.  

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En cuanto a esto, la docente investigadora del Centro de Investigación de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, Sandra Alvarán, insiste en que “no es que la prevención no sea importante, pero debemos ir un paso más allá en la mitigación”, pues, si bien se realizan muchas campañas de prevención en entornos escolares, sobre todo, la atención médica le resta importancia y las rutas dejan de funcionar. 

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Por su parte, el Plan de Desarrollo 2020 – 2023, que ahora se discute en el Concejo, plantea un programa de Salud Mental que busca “desarrollar estrategias de promoción y prevención orientadas al cuidado, fortalecimiento y acompañamiento en salud mental a las personas, las familias y la sociedad, como contribución al desarrollo humano integral y a la calidad de vida de la población, implementando acciones para la prevención del suicidio (sic)”. Además, establece como meta para el 2023 disminuir la tasa de mortalidad por suicidio a 5,7 por cada 100.000 habitantes. Esta, en 2019 fue de 6,7.  

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Sobre esto, la organización Medellín Cómo Vamos, en su revisión al Plan de Desarrollo, apunta que “las apuestas por la salud mental de la población son valiosas en tanto los gobiernos se comprometan de manera directa a gestionar indicadores de resultado como este”. Por lo tanto, recomienda alinear con las metas que tiene la ciudad a 2020 y 2025 en el marco de la Agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Un rango sugerido para la misma es entre 4,8 y 5,0 personas por cada 100.000 habitantes”, sugiere. 

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Desde la Secretaría de Juventud se quiere buscar que las cifras presentadas disminuyan, y tienen en cuenta que esto se puede lograr si se entiende la importancia de las rutas de atención a pacientes que hayan presentado conductas suicidas. Juan Esteban Patiño, psicólogo encargado de la línea de salud pública juvenil de la Secretaría, afirma que "se requiere una derivación para atención individual, pero al tratarse de una secretaría, quizá los alcances no den para una intervención, pero estamos garantizando con el SATMED (Sistema de Alertas Tempranas de Medellín) es el seguimiento para que, por ejemplo, la Secretaría de Salud brinde la atención que estos jóvenes necesitan".

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Desde el Concejo, el interés por la prevención y la mitigación del suicidio, tras la identificación de este como una problemática social que afecta a la ciudad y a su Área Metropolitana, ha hecho que se moderen debates exclusivos para su discusión.  Dentro de estas sesiones se ha presionado para la creación de Políticas Públicas que puedan contener al suicidio y actuar sobre este. John Jaime Moncada lleva tres años tocando el tema en el Concejo, siendo la última vez, el pasado 26 de febrero de 2020. 

 

En esta sesión que afirmó que “el suicidio se ha convertido en un mito (…), ahora más que nunca hay que hablar del tema en la familia, en los espacios académicos y en los medios de información”. En cuanto a la desmitificación del suicidio, Patiño reconoce que la discusión de manera amplia sobre este tema no está instalada aún en la ciudad, y que se debe hablar del suicidio como fenómeno y de la posibilidad de buscar ayuda. Esa desmitificación puede ayudar, incluso, a que el acceso a la institucionalidad se sienta como un apoyo para los jóvenes y pueda ser mayor.

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Si bien el concejal Moncada se ha caracterizado por trabajar constantemente en este tema y contar con equipos de psicología y de trabajo social, la mirada continúa siendo la misma: la prevención. La prevención es uno de los pasos que hacen parte de la ruta de atención del suicidio, podría ser el primero, incluso, y este debe hacerse a través del acompañamiento psicológico y las campañas de socialización para animar a que el suicidio como un mito deje de existir y se dé cuenta de lo que es como problemática social. 

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Uno de estos grupos con los que Moncada trabaja conjuntamente es la Fundación con Significado de Vida. Una fundación que trabaja en la ciudad para prevenir el suicidio y para, como su nombre lo dice, devolverle ese significado a la vida a las personas que creen que ya no lo tiene, a través de procesos sociales y padrinazgos. 

 

La magíster en Epidemiología y coordinadora de la Maestría en Salud Metal de la Universidad de Antioquia, Sandra Rueda, identifica en los entornos sociales, como los usa esta fundación, unos entornos protectores, ya que “el acompañamiento es muy importante, no solo el familiar, sino el comunitario. En todas las estrategias de intervención que han mostrado tener una efectividad se ha contemplado eso: el fortalecimiento del entorno social de las personas”. 

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